Cultura política juvenil en Occidente
Por: Hugo Andrés Reséndez
El concepto de cultura se entiende como el conjunto de ideas, valores y tradiciones que dan sentido a un comportamiento. La cultura política no es ajena a este significado; sin embargo, solemos tener una concepción errónea de dicho término.
La cultura política alude al acto de comprensión y análisis de las distintas ideologías y corrientes que conforman esta disciplina, así como a las causas que las condicionan. Algunas personas piensan que se limita al conocimiento de gobernantes, candidatos y partidos, cuando en realidad eso representa solo la superficie. La política, en su sentido amplio, se compone de cuatro ejes principales: la política teórica (conceptos y fundamentos), la política práctica (acción de ejercer el poder), la política pública (decisiones y programas para resolver problemáticas sociales) y la política partidista (competencia entre partidos por el poder).
Teniendo presentes estos conceptos, introduzcamos la premisa de esta reflexión: la cultura política juvenil en Occidente.
Las juventudes actuales se mantienen ampliamente informadas gracias a las redes sociales y a los medios de comunicación. No obstante, debemos cuestionarnos si esa constante exposición constituye nuestra mayor fortaleza o nuestra principal debilidad. Los medios de comunicación, en su mayoría, responden a los intereses del capital; esto implica que se difunde únicamente lo que favorece su propia reproducción. Por ello, muchas veces la información que consumimos no es completamente verídica. Frente a ello, existe una herramienta esencial: el pensamiento crítico.
Aunque alcanzar una representación exacta de la verdad es difícil —pues esta no siempre se manifiesta de manera objetiva—, el pensamiento crítico permite acercarnos a ella. Mi reflexión hacia las juventudes es clara: antes de emitir un juicio político, especialmente ante una noticia, es fundamental analizar las causas estructurales que condicionan su contenido.
Estadísticas de participación
Según el Instituto Nacional Electoral de México, alrededor del 30 % de la población total corresponde a jóvenes de entre 15 y 29 años; es decir, aproximadamente 31 millones de personas. Sin embargo, en las elecciones de 2024 solo el 50 % de los jóvenes con derecho al voto ejerció su sufragio. Esta es una de las muchas problemáticas que deseo abordar con mayor profundidad en futuras publicaciones.
Percepción política
En Occidente, la percepción política está fuertemente influida por pensamientos eurocentristas; sin embargo, existen variaciones significativas entre regiones y contextos. Resulta especialmente interesante analizar cómo las juventudes interpretan y viven la política desde sus propias realidades.
Por ejemplo, en el norte de Inglaterra —según mi propia experiencia— existen juventudes revolucionarias apasionadas por la izquierda y la justicia social. En contraste, en países como Argentina, donde se atraviesa una profunda crisis económica, se consideró revolucionario votar por un gobierno liberal en las elecciones presidenciales de 2023. Estos contrastes nos muestran que la cultura política juvenil no es homogénea, sino que responde a las condiciones históricas, económicas y sociales de cada país.
Analizar estas diferencias nos ayuda a comprender hacia dónde se dirige la juventud occidental y qué tipo de participación política está construyendo.
A manera de cierre
Entender la cultura política juvenil no es un ejercicio académico, sino un compromiso con nuestro tiempo. Ser joven hoy significa habitar un espacio saturado de discursos, pero también de oportunidades para pensar distinto. Esta columna nace con la intención de abrir ese diálogo: de mirar más allá del ruido mediático y reconocer que la política, en su forma más honesta, es la manera en que una generación decide entender su destino.
Desde aquí empiezo este camino —con la palabra como herramienta y la crítica como brújula—, convencido de que pensar políticamente sigue siendo el acto más radical que nos queda.